Togo ha dado otro gran paso adelante en su estrategia para el uso pacífico de la energía nuclear.
El 10 de enero, el Gobierno promulgó un decreto por el que se formalizaba la creación de la Comisión Francesa de Energía Atómica (CEAT), una institución clave destinada a coordinar los esfuerzos y aprovechar la ciencia y la tecnología nucleares para el desarrollo sostenible.
Encargado de diseñar y ejecutar programas de formación, investigación y aplicación tecnológica, el CEAT forma parte de un ambicioso proyecto togolés que explora el potencial de la energía nuclear en sectores estratégicos como la sanidad, la agricultura, la energía y el medio ambiente.
Esta nueva herramienta completa un marco ya estructurado, con la Autoridad Nacional de Seguridad Nuclear (ANSSN), creada en 2021, y la asociación establecida en 2020 con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA). Estas medidas sitúan al país en una trayectoria prometedora, combinando innovación tecnológica y aspiraciones de desarrollo.
El equipo editorial