Nigeria se perfila como una potencia emergente en el mundo del cacao. Tercer productor de África, el país vive desde 2022 una auténtica revolución en este sector agrícola estratégico. En solo dos años, el precio de una bolsa estándar de cacao se ha disparado de 60.000 a 800.000 nairas, es decir, se ha multiplicado por más de trece.
Esta espectacular subida de los precios, alimentada por el aumento de la demanda mundial y la fluctuación de las cosechas en otras regiones productoras de cacao, ha reavivado el interés de los nigerianos por este cultivo. Muchos jóvenes agricultores se están introduciendo en el negocio del cacao, revitalizando una industria dominada durante mucho tiempo por los actores tradicionales.
Un motor económico en plena transformación
La subida de los precios no sólo beneficia a los productores. Está estimulando toda la cadena de valor: cooperativas, exportadores, transformadores y logística. Las inversiones locales y extranjeras refuerzan esta dinámica. El gobierno nigeriano, por su parte, está demostrando su determinación de modernizar el sector, centrándose en la formación, el acceso al crédito y la mejora de las infraestructuras rurales.
Mientras países vecinos como Costa de Marfil y Ghana siguen en lo más alto del podio mundial, Nigeria es ahora el aguafiestas. Con tierras fértiles, una mano de obra joven y perspectivas de rentabilidad sin precedentes, la industria del cacao bien podría convertirse en uno de los motores económicos más prometedores del país.
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