En la noche del 5 al 6 de junio de 2025, la capital togolesa fue escenario de manifestaciones espontáneas y no declaradas, que provocaron bloqueos de carreteras y refriegas en varios barrios de Lomé. Estos movimientos, orquestados a distancia por grupos radicados en el extranjero, tenían como objetivo desestabilizar las instituciones republicanas, según el comunicado de prensa oficial emitido por la fiscalía de Lomé el 9 de junio de 2025.
La policía tuvo que intervenir para restablecer el orden público ante acciones ilegales constitutivas de disturbios agravados, tal y como estipula el nuevo código penal. Varias decenas de manifestantes fueron detenidos durante las operaciones policiales.
Sin embargo, tras una investigación, el Ministerio Público decidió poner en libertad a un gran número de detenidos. En total, 56 personas fueron puestos en libertad, algunos por cargos considerados menores, otros tras un recordatorio de la ley a la vista de las circunstancias. Varios sospechosos permanecen bajo custodia policial mientras continúan los procedimientos.
Esta decisión subraya la determinación de las autoridades togolesas de conciliar la firmeza ante los actos desestabilizadores con el respeto de los derechos, y hace un llamamiento a la población para que evite cualquier acción contraria al marco legal de manifestación pacífica.
El equipo editorial