El puerto de Cotonú atraviesa un periodo difícil marcado por una importante caída de la actividad. Esta crisis se debe principalmente a las tensiones diplomáticas entre Benín y Níger, que han provocado una reorientación de los flujos comerciales hacia otros puertos de la región.
En los últimos meses, las ventas han disminuido en un 10 %, hasta 15%, debido en gran parte a la reducción del tráfico procedente de Níger, que anteriormente representaba 83% de las importaciones que transitaban por Cotonú.
La decisión de Níger de recurrir al puerto de Lomé (Togo) ha supuesto un duro golpe para el puerto beninés. Esta situación perjudica a la economía local y pone en peligro los puestos de trabajo de muchos benineses.