El litigio territorial entre la comunidad de Démadéli y un individuo de Gbékon, residente en el municipio de Agou 1, está tomando un cariz preocupante. El litigio, que afecta a 20 hectáreas de tierras ancestrales, se encuentra actualmente ante los tribunales. Sin embargo, la situación sobre el terreno está degenerando en una crisis en toda regla, marcada por amenazas, actos de intimidación y detenciones consideradas arbitrarias por la población local.
Tensión creciente
Desde hace varios días, los habitantes de Démadéli viven angustiados. A pesar del estatuto controvertido de las tierras, algunas autoridades habrían autorizado intervenciones controvertidas, como el despliegue de fuerzas de seguridad y el uso de tractores para explotarlas. Esta decisión está alimentando la ira y la frustración de la población, que denuncia una flagrante violación de sus derechos sobre la tierra.
Según varios testigos, la presencia de las fuerzas de seguridad, que supuestamente debe garantizar la seguridad, va acompañada de actos de violencia e intimidación contra quienes se atreven a oponerse a esta ocupación, considerada ilegal. "Nos han abandonado. Los que deberían hacer cumplir la ley parecen actuar a favor de intereses particulares", confió un residente, hablando bajo condición de anonimato.
A pesar de que el litigio sobre las tierras se ha remitido al tribunal de Lomé, algunas personas que se consideran por encima de la ley han ordenado que se inicien las obras, bajo la supervisión de las fuerzas del orden enviadas desde la prefectura de Ogou. Desde el 2 de abril de 2025, los tractores están presentes en el lugar, acentuando un clima de intimidación y desolación entre la población local. Ésta siente amenazados sus derechos fundamentales y su seguridad.
En vísperas de las elecciones municipales, los ejecutivos de la región, conscientes de la gravedad de esta injusticia, temen que esta situación pueda comprometer el apoyo del pueblo a su campeón nacional si no se toman medidas para remediarla.
Un llamamiento urgente a las autoridades
Ante esta militarización del conflicto, la comunidad local da la voz de alarma a las más altas autoridades del país. Los habitantes exigen la intervención inmediata del Presidente de la República, del Ministro de Justicia y del Primer Ministro para restablecer el orden y garantizar una resolución justa del conflicto.
El riesgo de escalada es real. La tensión, ya palpable, podría convertirse en enfrentamiento si no se encuentra rápidamente una solución. "Si no se hace nada, esta disputa por la tierra podría convertirse en un drama", advierte un líder comunitario.
La justicia, a prueba
Este caso plantea una cuestión esencial: ¿están garantizadas la independencia y la integridad del poder judicial en los litigios sobre tierras? Mucha gente teme que la corrupción y la influencia política se interpongan en el camino de una resolución imparcial.
El respeto de las decisiones judiciales y la protección de los derechos de los ciudadanos son pilares esenciales del Estado de Derecho. Corresponde ahora a las autoridades togolesas tomar las medidas necesarias para calmar la situación y restablecer la confianza de la población en sus instituciones.
A la espera de una respuesta clara del gobierno, la población de Démadéli sigue sumida en la incertidumbre, dividida entre el miedo y la esperanza de que se haga justicia.
El equipo editorial