A pesar de una legislación clara que prohíbe rechazar billetes o monedas deteriorados, las disputas y altercados en torno a estos medios de pago siguen perturbando la vida cotidiana de los togoleses. Se trata de una situación preocupante, sobre todo porque algunas instituciones financieras se niegan ellas mismas a aceptar estas monedas deterioradas, en contra de la ley.
El artículo 1165 del Código Penal togolés es explícito: rechazar los billetes de curso legal, a menos que estén falsificados, es un delito castigado con una multa de entre 10.000 y 50.000 francos CFA. Pero sobre el terreno, los comerciantes, los particulares e incluso algunos bancos rechazan estos billetes deteriorados, lo que alimenta las tensiones y los malentendidos.
Ante esta deriva, la Movimiento Martin Luther King (MMLK)conocida como "La Voix des Sans Voix", apela a la responsabilidad colectiva. Según la organización, "el billete o la moneda en sí no nos pertenecen; es sólo su valor lo que nos concierne". Esta declaración es un recordatorio de que el estado físico del dinero no debe primar sobre su papel como medio de intercambio.
Si este fenómeno persiste, se debe principalmente al desgaste natural de los billetes en una economía en la que sigue predominando el dinero en efectivo, pero también a la falta de información y de confianza en los billetes deteriorados. Por ello, el MMLK insta Banco Central de los Estados de África Occidental (BCEAO) y a las autoridades togolesas a que intensifiquen las campañas de concienciación e introduzcan disposiciones claras para la sustitución de la moneda dañada.
Más allá de los altercados cotidianos, lo que está en juego es la credibilidad del sistema monetario y la fluidez de las transacciones.
El equipo editorial
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